La directora general de Ibidem, Esperanza López, y el gerente de Asociación APSA, Carlos Giner, han firmado un convenio de colaboración por el que el bufete dona a la ONGD un robot emocional Aisoy para contribuir a la mejora de la atención a las personas con diferentes capacidades con las que trabajan a diario en esta organización. Este nuevo apoyo para los profesionales de APSA es fruto de una nueva manera de entender la tecnología, de la visión de utilizar los últimos avances en inteligencia artificial para el beneficio de las personas y de la sociedad.

El robot es capaz de reconocer emociones como tristeza, alegría, enfado o humor así como de expresarlas a través de gestos y diferentes tonos de voz igual que lo haría un ser humano, lo que le permite ayudar a desarrollar habilidades sociales y capacidades a los usuarios. Desde su creación, más de 2.000 niños y niñas de colegios y centros de educación especial de EEUU, Francia y España utilizan esta tecnología pionera para su formación, entrenamiento y potenciación del talento.

La facilidad de uso y de Aisoy lo convierte en un apoyo ideal para reforzar en casa las terapias desarrolladas en los centros al mismo tiempo que facilita a aquellas familias que no tengan acceso a dichos centros, iniciarlas en su entorno familiar y beneficiarse de sus resultados.

 APSA incorporará este recurso a sus centros del Área Educativa, que actualmente prestan servicio a cerca de dos mil niños y niñas en sus diferentes sedes de la provincia de Alicante. En esta etapa, APSA trabaja para detectar, prevenir e intervenir lo más rápidamente posible sobre los factores de riesgo y los trastornos del desarrollo que puedan presentar los niños y niñas menores de 16 años. El objetivo es potenciar la evolución y el bienestar del niño/a y de su familia, respetando su propio ritmo y posibilitando de la forma más completa su integración en el medio familiar, escolar y social, así como su autonomía personal.